La sesión de una célula duraba como si dijéramos de las 6 de la tarde a las 6 de la mañana. En Neiva, la esposa de un camarada vino a pedirme consejo. Solo veía a su marido al amanecer. "Pues entre al Partido -le dije- y trasnochen juntos". Así se hizo y se volvió comunista.
Nuestro Comité Central dispuso una campaña nacional para corregir esta hipertrofia. En un pueblo, pregunté al secretario cuánto duraba una reunión de la Célula. Meditó, y me dijo: "Por ahí de cuatro a seis velas". ¿Cuántas velas habríamos gastado nosotros si la Asamblea no hubiese sido de día? No obstante, nuestro Partido avanzó mucho, y nosotros también. Cuanto nos propusimos, lo hemos dilucidado. Junto con lo principal. Que aquello que nos reúne es el ser hombres de letras. Aquí caben conservadores, liberales, socialistas y socialisteros y, desde luego, comunistas también. Alape tiene razón, cuando lo dijo. Y no más, porque son las 4 de la tarde y les ruego que me permitan descansar después de este discurso.
Nota. Al final del recorte periodístico, el poeta escribió de su puño y letra: "Este fue el discurso del Presidente Honorario, Luis Vidales, en la sesión de clausura de la II Asamblea General de la Unión Nacional de Escritores (UNE), reunida en Bogotá a fines de julio de 1982".
(Se ha corregido un error del camarada redactor de Voz Proletaria, que escribió "transnochen" en lugar de "trasnochen").
Del archivo personal de Carlos Vidales
1 comentario:
Viva el camarada Luis Vidales!
Combinando las formas de lucha, venceremos!
Atte:
Célula Luis Vidales, PCC.
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