La máquina de escribir es un pequeño piano de teclas redondas.
Vendrán grandes "virtuosos" de la máquina de escribir.
Serán gentes de largas melenas y de ojos melancólicos.
En las noches de luna. Sonatas. Y nocturnos. Y gigas. Vibrarán las máquinas de escribir.
Y su ritmo -bajo las estrellas- nos llenará el alma de deseos y de recuerdos.
De Suenan Timbres
Sección "Estampillas"
2a. Edición, 1976
Colcultura, p. 153
Sección "Estampillas"
2a. Edición, 1976
Colcultura, p. 153
Foto: máquina Corona" portátil (1921),
modelo idéntico al que usó Luis Vidales
para escribir Suenan Timbres.
Nota bene: Las máquinas de escribir propias del poeta fueron siempre portátiles, aunque en sus diferentes trabajos usó, naturalmente, máquinas mayores. Escribió Suenan Timbres en la primera máquina que compró en 1921, una portátil "Corona", que mantuvo en su poder hasta 1930. Entre 1931 y 1949 usó una portátil "Royal". En 1950 compró una "Olivetti" de la cual no estuvo muy contento. La remplazó a fines de 1952 por una "Hermes" con la cual vivió todo su exilio en Chile, hasta 1964, fecha en que me la dio como obsequio en mi cumpleaños número 25. Esa "Hermes" estuvo a mi servicio, en muchas tareas políticas clandestinas, hasta 1967, cuando me la robaron los guardianes de la ley y el orden, en Uruguay. Diez años más tarde, en Colombia, le regalé a mi padre una excelente semiportátil "Brother`s", que él usó con gusto, según entiendo, hasta su muerte en 1990. Esta última máquina está desaparecida desde el fallecimiento de Luis Vidales.